Subida al Posets
El pasado puente de la Constitución-Inmaculada miembros del C.D. Plutón guiados por nuestro querido compañero Enrique, nos dispusimos a emprender una nueva experiencia invernal: Pirineos Ice-Xtreme.
Nuestro objetivo: conseguir llegar a la segunda cima más alta del Pirineo, el Pico Posets (3.375 m).
Partíamos de Sevilla alegres y animados en la mañana del miércoles día 6 y a pesar de las 14 horas de coche, los retrasos inevitables, los insospechados despistes y el pertinente atasco madrileño, llegamos a Eriste aún con ganas de echar unas risas mientras cenábamos.
El jueves, tras una revisión intensa de nuestras mochilas para que todo estuviese correcto, comenzamos nuestro ascenso hacia el refugio Ángel Orús, donde pasaríamos la noche. El camino fue durante todo el recorrido una auténtica estampa navideña, pues aunque según los entendidos, apenas había nieve, para los del sur, era más que de sobra!!!
El crujir de la nieve, la inseguridad de nuestros pies sobre la placa congelada, el correr del agua bajo el hielo, las cascadas congeladas y eternas, el viento frío y seco, el ruido sordo de nuestros pasos…. Un sinfín de sensaciones que culminaron con nuestra llegada al refugio y la ilusión de que a la mañana siguiente, conquistaríamos la cima del Posets.
En el refugio se respira camaradería, ambiente montañero y calor humano; sin embargo, existe preocupación por el parte meteorológico, parece que las perspectivas no son buenas, hay que tomar precauciones y estar preparados.
A las 6.40 de la mañana del viernes, un valenciano, un lebrijano y una sevillana salen bien pertrechados rumbo la cima del Posets…. ¡¡¡vamos chavales!!! El camino bien señalado y sembrado de cada vez mayores lenguas de nieve, va presentando una pendiente continua pero suave. El tiempo comienza a empeorar…
Entramos en la canal Fonda, esta vez ya completamente rodeados de nieve y justo antes de emprender la subida al Collado del Diente de la Llardana, decidimos ponernos los crampones. Una pala exigente, pero que proporciona unas vistas espectaculares tanto a la subida como a la bajada y que no olvidaremos nunca. En el Collado, el tiempo se torna verdaderamente preocupante, por lo que tras reponer fuerzas rápidamente, decidimos dar la vuelta y emprender el camino de regreso; esta vez, para hacer noche en Benasque.
A la mañana siguiente, decidimos hacer una actividad algo más ligera y fuimos a los Llanos del Hospital, otro enclave espectacular que pudimos disfrutar en su plenitud, ya que amaneció completamente despejado.
Y el domingo de vuelta, con una mezcla de tristeza por abandonar el lugar y alegría por la cercanía de ver a la familia, pero sobre todo, sobre todo, con ganas de volver!!